Miles de jóvenes se quedarán fuera del IPN y la UNAM y otros tantos no terminarán sus estudios

Anhelan 19 mil ir al IPN; sólo tres mil se quedarán En la "segunda vuelta" del examen de ingreso a nivel superior en el IPN, que tuvo lugar el sábado pasado, se presentaron 19 mil alumnos con la esperanza de que esta vez sí puedan tener un lugar en esa institución, pero la realidad es cruda, si se toma en cuenta que nuevamente 15 mil 400 no podrán ingresar porque sólo hay espacio para tres mil 600. Los resultados de los afortunados se conocerán el jueves de esta misma semana, y éstos se inscribirán el viernes 18. Dos mil 200 iniciarán su carrera en el periodo agosto-diciembre 2006, y los restantes mil 400 serán diferidos al periodo enero-junio de 2007. A pesar de ello, hoy el Movimiento de Estudiantes no Aceptados de la Educación Superior de la UNAM y el IPN tiene programada una asamblea en la llamada Plaza Roja de las instalaciones del Politécnico en Zacatenco. En tanto, integrantes del Movimiento de Estudiantes Excluidos de la Educación Media Superior y Superior realizaron una marcha el 15 de agosto, del metro Normal a las oficinas centrales de la SEP, en demanda de que las autoridades reinstalen las mesas de diálogo para que se abran espacios a los alumnos que ya realizaron sus respectivos exámenes de selección. Analizarán caso por caso a estudiantes rechazados. Autoridades de educación y alumnos que no fueron aceptados en instituciones como la UNAM, IPN y la UAM se reunirán el 16 de agosto en la SEP para revisar cada caso. Alberto Morales El Universal 15/8/2006 Autoridades de educación y alumnos que no fueron aceptados en instituciones como la UNAM, IPN y Universidad Autónoma Metropolitana acordaron esta tarde revisar las listas de “rechazados” para analizar caso por caso “el posible ingreso” de esos estudiantes a dichas escuelas. Ambas partes se reunirán mañana a las 15:00 horas en la Secretaría de Educación Pública (SEP) para llevar a cabo la revisión de las listas de jóvenes que no alcanzaron un espacio educativo luego de presentar el examen de selección. Al salir de la mesa de negociación, instalada en la SEP, Hugo Aboites, profesor e investigador de la UAM Xochimilco y asesor de Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Media y Superior, señaló que la UNAM fue primera institución en solicitar la revisión de las listas de rechazados. Pero aclaró: “La respuesta fue: no descartamos dar adición a estos jóvenes, en determinados casos. Así de tenue está el asunto”, precisó. Por su parte, los estudiantes levantaron el plantón que iniciaron desde las 13:00 horas frente la Secretaría de Educación y acordaron presentarse mañana para continuar con las negociaciones presentarse mañana para continuar con las negociaciones Univesitarios Por Lucía Teissier Ayer, casi 600 mil jóvenes iniciaron estudios de educación superior en las universidades y otras instituciones, pero cuando menos la mitad de ellos dejará la escuela entre el primero y el tercer semestre. Para el director del nuevo Instituto de Estudios sobre la Universidad, de la UNAM, Axel Didrikson, la deserción no es sólo un problema de los estudiantes. “La calificación que se puede hacer de este sistema (escolar) es: uno, que es obsoleto, y dos, que induce al fracaso escolar”, señaló. Para el especialista de la UNAM, tres factores contribuyen para que los alumnos abandonen sus estudios: la rigidez curricular, el factor socioeconómico y la burocracia universitaria. Señaló que los estudiantes llegan y se encuentran con una estructura poco flexible, con currículas rígidas que se basan en la memorización y en la repetición de conocimientos. El funcionario explicó que la rigidez de la currícula se ha convertido en una carrera de obstáculos para los alumnos, pues se contradice con la creatividad de los estudiantes, con la posibilidad de que puedan construir conocimientos multidisciplinarios, ideas y nuevos conceptos, componentes fundamentales del mercado laboral. “Esa rigidez es uno de los temas más fuertes con los que chocan los estudiantes, porque las nuevas generaciones llegan con experiencias más desarrolladas, lo que llamamos curriculum oculto en términos de habilidades y competencias, y aquí les decimos: tú tienes que aprender lo que yo digo y no hay otra cosa más que lo que yo digo”, indicó. Un joven que tiene una fuerte tendencia hacia el autoaprendizaje, y puede ingresar al mercado del trabajo, donde se desarrolla con bastante creatividad, deja la escuela”, advirtió. El factor socioeconómico, indicó el especialista, también afecta la decisión de un estudiante para abandonar la escuela. “El 60 por ciento, y en algunos estados la proporción puede llegar hasta el 80 por ciento de los estudiantes vienen de familias que viven con tres o cuatro salarios mínimos, hasta siete al mes”, externó. Ante este panorama, reconoció, las becas resultan un apoyo fundamental para los estudiantes. En el ciclo escolar 2005-2006, el Programa Nacional de Becas (Pronabes) del Gobierno Federal entregó 150 mil becas a estudiantes de escasos recursos. “El Pronabes —las becas— ayudan, por supuesto, pues son la tabla de salvación de miles de estudiantes, pero es un factor secundario, porque la presión familiar influye en la decisión de dejar la escuela por razones económicas”, señaló. Indicó que muchas veces la familia influye para que el estudiante busque un trabajo de tiempo completo, pues requiere de ese ingreso, y se abandona la escuela. “Eso hace que tengamos apenas dos de cada 100 estudiantes en educación superior, y apenas el 18 por ciento del grupo de edad entre 18 y 24 años. Tenemos entre 19 y 20 millones de jóvenes sin ninguna posibilidad de acceso a la educación superior”, subrayó. El tercer factor que provoca la deserción, dijo, es la rigidez organizacional de las universidades.“Están organizadas de manera extremadamente burocrática, lo que impide a los estudiantes titularse, pues una persona puede tardarse hasta año y medio”, reconoció. Conclusión: Según el Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior —Ceneval—, de cada 100 estudiantes que ingresan (en las universidades y otras instituciones de educación superior), sólo 20 logran titularse.Decepcionante. ¿Qué estudiante que valore su tiempo y sus capacidades estará dispuesto a perderlos en un sistema tal?