9/28/2006

Efemérides: El Pípila

Un 28 de septiembre de 1810, con una losa en la espalda, Juan José de los Reyes García, un joven minero mexicano, conocido como El Pípila, ayuda a las fuerzas insurgentes de Miguel Hidalgo a tomar la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato.

Nombre del personaje: Juan José de los Reyes Martínez,
"El Pípila"

Fecha de nacimiento: 3 de enero de 1782

Fecha de fallecimiento: 26 de Julio de 1863

Origen: Valenciana o San Miguel el Grande, Guanajuato

Actividad: Insurgente

Época: Independencia

Personaje de la época de la Independencia de México de cuyo origen hay diferentes versiones, tal vez debido a que únicamente participó con el ejército Insurgente de Hidalgo en la toma de la Alhóndiga de Granaditas. Una de las versiones es que fue oriundo del poblado de Valenciana, Guanajuato y trabajaba como barretero en la mina de Mellado; su esposa: Victoriana Bretadillo. La otra cuenta que Juan José nació en San Miguel el Grande (hoy San Miguel de Allende, Gto.), hijo legítimo de Pedro Martínez y María Rufina Amaro y murió el 26 de Julio de 1863.

El insurgente Pedro García que conoció en Guanajuato al Pípila dice que era un hombre fuerte, valiente, poseído de una enfermedad silicosa común en las minas como cascado, que sabía leer y escribir; de tipo mestizo, con mucho de indio otomí o chichimeca, de color moreno, pelo lacio y oscuro, ojos rasgados y complexión musculosa. Partidario de la causa insurgente, pertenecía al ejército organizado por Miguel Hidalgo y Allende; hombres del pueblo armados con ondas, garrotes, lanzas y unos cuantos machetes y fusiles.

Con este ejército triunfó Hidalgo en Celaya, siendo su siguiente objetivo Guanajuato. Fuertemente armados, los españoles resistían en la Alhóndiga de Granaditas todos los intentos de los insurgentes para apoderarse del edificio, que era una fortaleza en la cual se almacenaban granos para el tiempo de escasez, esfuerzo inútil que costaba muchas vidas a las tropas mal armadas de Miguel Hidalgo. En ese momento, el Pípila, poniéndose una gruesa losa en la espalda, se arrastró en medio de nutrida balacera hasta la puerta de la Alhóndiga, prendiéndole fuego con una tea ardiendo, pronto cedió la puerta con lo que fue posible ocupar la Alhóndiga de Granaditas y así la más grande victoria insurgente sobre las tropas realistas, el 28 de septiembre de 1810.

En esa época los mineros guanajuatenses eran rudamente castigados por oponerse a la orden del rey Carlos III, que expulsaba a los jesuitas del Real de Minas, por lo que muchos mineros fueron sentenciados a la pena de muerte, otras galeras a ser azotados públicamente y en el menor de los casos estaban endeudados en las tiendas de raya.

Motivos para que el Pípila y sus iguales se levantaran contra los españoles, sólo faltaba la mecha para enfrentárseles abiertamente, el padre de la patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla la tomó, el pueblo entre ellos y muy significativamente los mineros de Guanajuato. Pero: ¡aún hay otras alhóndigas por incendiar!.

Aún cuando hay estas dos versiones sobre el origen del Pípila hay documentos suficientes que prueban la existencia de este personaje.

El heroísmo del Pípila fue realidad, su origen no fue un mito o una leyenda, fue el hombre valiente, el salvador indispensable de su tiempo, la llama sin la cual quizá nunca se hubiera encendido la puerta de la Alhóndiga de Granaditas y el ejército Insurgente de Hidalgo no hubiera vencido a los españoles que se encontraban protegidos en el lugar; tal vez hubieran pasados muchos años para que México fuera un país libre y soberano.

Hoy en día se le recuerda con una estatua colocada en la parte alta de la ciudad de Guanajuato, obra del escultor Juan Olaguíbel, que mide veintiséis metros de altura.

También cada 28 de septiembre, un club de servicio social entrega la presea el "Pípila de Plata" a las personalidades guanajuatenses por su destacada labor en beneficio de la ciudadanía en diversos ámbitos; en la ciudad de Guanajuato hay un desfile donde participan escuelas, dependencias gubernamentales de los 46 municipios, además de clubes de servicio a la comunidad para conmemorar la Toma de la Alhóndiga de Granaditas y a este gran héroe.

Seleccionamos este personaje porque es un héroe popular que hizo historia en nuestro pueblo mexicano y deseábamos saber más de su vida, de la cual aprendimos mucho.

Clave y nombre de la escuela: 11POM00082, Primaria Urbana #6 "Juan B. Diosdado"
Nombre del profesor: Profr. Salvador Ramos Piña

Profesor responsable: Profra. Clara Cristina Olmos Parra

Grupo: 6º A

Nombre del equipo. Ranajuato

Correo electrónico: sanpedro@int.com.mx

Bibliografía:

* El Pípila, Héroe popular de la Insurgencia. Autor: Isauro Rionda Arreguín. Archivo General del Estado de Guanajuato

* Compendió de Historia de México. Autor: Lic. Alfonso Toro. Edit. Patria, 8º edición.

* Entre Sierras y Montañas. Geografía e Historia de Guanajuato. Autor: Profr. Juan Guerrero Jaime. Editorial: Didácticos Atlántida. Tercera edición 2000 * La existencia del Pípila. Autor: José Arenas Sánchez

Otoño 2000

http://redescolar.ilce.edu.mx


Héroe Insurgente

(1782 - 1863)

Nació en 3 de enero de 1782, en la casa número 90 de la calle del Terraplén, de San Miguel el Grande, Guanajuato, con el nombre de Juan José de los Reyes, siendo hijo de Pedro Martínez y María Rufina Amaro. Estudió en su ciudad natal, pero en su juventud entró a trabajar a las minas de Guanajuato, como barretero y después encargado de un grupo de barreteros, a los que manejaba como jefe inmediato. Fue compadre del intendente Riaño, de la Alhóndiga de Granaditas, y cuando llegó la insurrección de independencia, con alguno de los mineros se enrolo en las filas Insurgentes, abandonando su trabajo y las comodidades logradas.

Los mineros le habían apodado, desde muchacho, el Pípila, nombre que se le da en el bajío al guajolote o pavo doméstico, quizá por las pecas que llenaban su cara dándole el aspecto punteado del plumaje de esas aves. Acompañó al ejército de Hidalgo, desde San Miguel el Grande, su pueblo natal, hasta Guanajuato, donde Riaño defendía la Alhóndiga ó depósito de granos y semillas, después de que la citada ciudad había caído ya en manos de los insurgentes. Hidalgo se presentó en Guanajuato el 28 de septiembre de 1810, instando a Riaño para que rindiera la plaza. Este se negó a entregarla y, como dijimos, se hizo fuerte dentro de la Alhóndiga.

Todo los embates insurgentes contra ella iban resultando inútiles, hasta que Hidalgo y los jefes Insurgentes opinaron que sólo podría tomarse la alhóndiga si se quemaba su puerta principal, por la cual podrían pasar los asaltantes. Juan José Martínez arengaba a algunos soldados, cuando Hidalgo lo llamó y le habló de la necesidad de quemar la puerta. El Pípila dijo que él lo haría: se cubrió las espaldas con una losa, y tomando una tea encendida de las que usaban los mineros en los túneles, se dirigió a la puerta, entre una lluvia de balas, y le prendió fuego. La Alhóndiga pudo así ser tomada. El Pípila tomó parte en muchas acciones guerreras más y volvió luego a sus minas, viviendo una larga vida; pues murió el 25 de Julio de 1863, en la ciudad de Allende, Guanajuato.

http://www.mexico-tenoch.com

El Pípila

Se trata de un modesto minero, oriundo de San Miguel de Allende pero que, por entonces, trabajaba en la vecina mina de Mellado: Juan José de los Reyes Martínez, más conocido en la historia por el mote de "Pipila". En Hidalgo, una vez descubierta la conspiración, reunió a un puñado de gente del pueblo, entre quienes se encontraban los reclusos de la cárcel, y con ellos los que se iban reclutando en el camino, y llegó a Guanajuato. Su objetivo principal era tomar la Alhóndiga de Granaditas, donde el intendente Riaño se hizo fuerte con los soldados de la guarnición. Los tesoros que estaban a su cuidado (como tres millones de pesos), plata en barra, dinero en efectivo y hasta un azote de la Real Hacienda, además de los pertrechos y alimentos, eran necesarios para resistir el sitio.

En la cruenta e inenarrable batalla, ese hombre del pueblo, humilde barretero de Mellado se echó sobre la espalda una losa, provisto de una tea, y caminando a rastras llegó hasta la puerta misma de la Alhóndiga, a la que prendió fuego, después de haberle untado brea. Al ceder la madera, la multitud se abalanzó sin importarle que muchos caían muertos ante las descargas cerradas de los españoles. Caían unos, y sobre ellos pasaban otros, para sostener en el patio del edificio, la lucha cuerpo a cuerpo, igualándose de ese modo las fuerzas, pues las armas de fuego ya no valían en ese momento hasta correr la sangre como un arroyo por la puerta y por la calle de Mendizábal hacia abajo...

De no haber sido por el arrojo del "Pípila", Hidalgo no hubiera tomado Granaditas y la suerte de la insurrección habría sido otra, es decir, la independencia de México se habría consumado, pero quién sabe cuánto tiempo más tarde, en qué condiciones y a costa de qué sacrificios.

El éxito de este histórico choque entre insurgentes y realistas decimos- se debió principalmente a valor del "Pipila". Finalmente con ese trascendental episodio da comienzo una epopeya en la que Guanajuato se cubre de gloria y que significa una de las páginas excelsas de la historia de México.

http://www.aboutguanajuato.com

Monumento a El Pípila

Fue edificado en 1939. Es una enorme estatua de cantera sobre basamento que representa al minero Juan José Martínez "El Pípila" en posición de avanzar, portando una antorcha en la mano derecha. En la base del monumento se encuentra la siguiente inscripción: "...aún hay otras alhóndigas por incendiar".
La estatua se encuentra en una plaza con piso de adoquín, balaustrada que funciona como mirador de 360 grados, desde donde podemos tener una espléndida panorámica de la ciudad de Guanajuato, sobresaliendo construcciones importantes como: la Alhóndiga de Granaditas, el Mercado Hidalgo, la Universidad de Guanajuato, el Teatro Juárez, la Basílica Colegiata, el Jardín Unión, las bellas cúpulas del templo de San Diego y el templo de la Compañía, entre otras.

En la parte posterior del monumento se encuentra un acceso que nos lleva por una escalera a la parte superior del mismo. La obra muestra columnas adosadas sobre las que descansa un entablamento decorado con metopas y triglifos; más arriba en relieve, el escudo de Santa fe de Guanajuato, envuelto en guirnaldas y flanqueado por pilastrillas con estrías sobre las que descansa un frontón recto.
Se puede llegar a este monumento por la carretera panorámica o caminando por los callejones que se encuentran partiendo del centro de la ciudad: uno en la Plaza de los Angeles y otro a un costado del templo de San Francisco, muy cerca del Teatro Juárez.

Al final de este artículo está la dirección del sitio en internet de donde sacamos esta descripción, por si quieres viajar a Guanajuato y conocer sus interesantes lugares, y de paso apreciar el monumento del Pípila en video.

http://www.guanajuatocapital.com

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